Los nuevos entornos en los que las empresas se desarrollan las llevan a revisar las metodologías que aplican a la hora de organizar sus procesos.
Si alguna vez escuchaste nombrar “metodologías ágiles” quédate en este artículo y descubre de qué se tratan y cómo puedes aplicarla a la cotidianidad de tu organización.
1. Cómo definimos las metodologías ágiles
2. Tipos de metodologías ágiles
3. Cómo aplicar metodologías ágiles en tu empresa
4. Por qué incluir metodologías ágiles en tu empresa
1. Cómo definimos las metodologías ágiles
Podemos pensar en estas metodologías como estrategias integrales que sirven a nuestra organización para organizar los procesos. Este tipo de metodologías son flexibles y permiten que cada parte de un proyecto se realice de manera eficaz y eficiente, acortando los tiempos de entrega. Se trata de un tipo de seriación que es rápido y constante, analizando cada parte en particular, sin extender la evaluación al resultado final.
Lo provechoso de este tipo de metodologías es que permite detectar fallas y mejoras de forma casi instantánea en cada una de las etapas. Los equipos se dividen por proyectos, especificando sus roles. Para que esto suceda, los colaboradores se reúnen constantemente a compartir ideas y modificaciones, en encuentros denominados “dailys”, donde todo el equipo que participa del proyecto obtiene un vistazo general de la etapa en la que se encuentra y cuáles son las tareas cumplidas y aquellas que aún quedan por completar. Cada una de las partes de este proyecto se adapta sobre la marcha ante cualquier inconveniente, y propone soluciones desde el profundo conocimiento de su área de expertise.
El enfoque de metodologías ágiles tiene como prioridad al consumidor y todos los entregables que se producen como parte del proyecto aportan valor a la organización y al resultado final del mismo. Otro punto importante es que la división de responsabilidades dentro del proyecto como sistema implica un compromiso integral de los colaboradores, fomentando su motivación. La innovación es pilar en cada una de las etapas, ya que siempre se está abierto a nuevas propuestas que permitan observar los problemas cotidianos y brindar nuevas soluciones.
2. Tipos de metodologías ágiles
Dentro de las herramientas de este tipo de organización de proyectos, podemos encontrar diferentes tipos de aplicación:
- Método SCRUM: funciona a través de períodos cortos de trabajo en el que cada equipo debe entregar su parte del trabajo con alguna propuesta de mejora.
- Método KANBAN: funciona a través de la creación de tres columnas: tareas, en proceso, terminadas. Es una organización visual que permite percibir a simple vista el estado del proyecto.
3. Cómo aplicar metodologías ágiles en tu empresa
Lo primero que debes pensar es que tienes que dividir tus objetivos en proyectos, o lo que es lo mismo, concretar tus proyectos gracias a tus objetivos. De cualquier modo, debes tener en claro hacia dónde quieres dirigirte y qué quieres conseguir, a qué público intentarás captar y qué servicio/producto le ofrecerás. Una vez definidos estos aspectos, es primordial que consideres las diferentes etapas de cada proyecto que tu empresa lleve adelante. Para ello te servirá subdividir tus objetivos a corto y mediano plazo.
Ahora que has organizado tus objetivos, definido tus proyectos y segmentado a corto y mediano plazo, es tiempo de asignar a cada área su parte del proyecto y establecer un seguimiento de cada tarea. ¿De qué forma? Puedes utilizar plataformas de registro de horario, asignación de tareas con plazos de vencimiento, ejecución de diagramas de gantt, entre otras. Dale a tu equipo todas las herramientas necesarias para que su trabajo sea efectivo y su tiempo esté ocupado con responsabilidades que le hagan sentir parte de algo más grande.
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4. Por qué incluir metodologías ágiles en tu empresa
En la actualidad, vivimos en un mundo que no solamente es incierto porque cambia constantemente sino que esa incertidumbre genera ansiedad. Una forma de bajar la ansiedad, en nuestro equipo y en nuestros clientes, es utilizar metodologías ágiles, ya que a través de entregables pequeños, rápidos y efectivos, conseguimos visibilizar el avance del proyecto y conseguir mantener la motivación.
La incertidumbre también genera que debamos adaptarnos a ese cambio, por lo que necesitamos que el plan de organización sea flexible. Las metodologías ágiles nos permiten esto, llevando a que cada persona que sea parte de un proyecto entienda que éste puede cambiar, modificarse, moldearse de forma distinta e incluso desaparecer, para ser reemplazado por otro proyecto que implique mejoras antes no previstas.
Descubre estos y otros beneficios que el método ágil puede traer a tu empresa con nosotros ¡cotiza hoy tu plan de trabajo en equipo! Anímate a surfear en la incertidumbre y flexibilizar tus métodos estratégicos ¿listo para subirte al cambio?