Albert Einstein observó que en medio de cada crisis, hay una gran oportunidad. Con este espíritu la Unión Europea ha diseñado un fondo de ayuda europeo de 750 000 millones de euros para la Próxima Generación, el Next Generation UE.
Con él, se pretende reparar los daños causados por la COVID-19 y volver a situar el crecimiento económico en una senda más sostenible. Pero, aprovechando la coyuntura, los fondos serán vertidos en las arcas de los estados miembros para perseguir objetivos comunes en materia medioambiental, sobre todo.
Es decir, estos fondos vendrían no sólo a rescatar al viejo continente, sino a acelerar su transición al futuro. Y es que, a pesar de todo lo negativo que ha traído esta pandemia, existe un optimismo acerca de que los europeos podemos salir más curtidos que nunca.
Fueron necesarios seis meses de debates parlamentarios, discusiones internas y procedimientos judiciales para que los 27 países de la UE ratificaran el fondo de recuperación. Así pues, se prevé que el dinero llegue a nuestros gobiernos en julio.
Como condición para recibir el dinero, todos los planes nacionales debían establecer cómo se utilizarían los fondos de la UE para promover objetivos de todo el bloque, como la digitalización y la reducción de las emisiones de carbono, al tiempo que los miembros se comprometían a realizar una reforma de gran alcance. Los observadores advierten que la aprobación de los planes pondrá a prueba a los Estados miembros.
Índice de contenidos
Mecanismo para la Recuperación y Resiliencia
140 billones de euros del fondo de ayuda europeo para España
Marco de prioridades
1. El Pacto Verde Europeo
2. Promover la transformación digital
3. La recuperación justa e inclusiva para todos
4. Al rescate de la juventud
Mecanismo para la Recuperación y Resiliencia
El Mecanismo para la Recuperación y Resiliencia (MRR) es el mayor componente del Next Generation UE, el instrumento de referencia de la Unión Europea para la recuperación de la pandemia de coronavirus.
El MRR proporcionará subvenciones por un importe máximo de 312 500 millones de euros a precios de 2018, o 338 000 millones de euros a precios corrientes, y préstamos por un importe máximo de 360 000 millones de euros a precios de 2018 o 390 000 millones de euros a precios corrientes.
Los países de la UE tienen que presentar planes nacionales de recuperación y resiliencia que describan las reformas y los proyectos de inversión pública que tienen previsto aplicar con el apoyo del FRR.
Los países de la UE deben haber presentado oficialmente sus planes de recuperación y resiliencia “por regla general” antes del 30 de abril de 2021 (véanse el apartado 38 del preámbulo y el artículo 18.3 del Reglamento del DRR).
Sin embargo, este plazo es flexible y la Comisión ha defendido que los países pueden presentar sus planes hasta mediados de 2022. Trece países presentaron sus planes antes de la fecha límite del 30 de abril de 2021 o, como máximo, con un día de retraso. A 2 de junio de 2021, el número de planes presentados asciende a 23.
La comparación de los planes nacionales es un reto, ya que presentan los datos en estructuras muy diferentes. El número y la definición de las categorías principales y la disponibilidad de información resumida sobre las subcategorías varía de un país a otro.
Sin embargo, el mayor reto de la comparación entre países es la definición de categorías de gasto que no se solapen, ya que una inversión concreta podría apoyar varios propósitos. Por ejemplo el crecimiento ecológico, social e integrador, así como las políticas para la próxima generación.
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140 billones de euros del fondo de ayuda europeo para España
España recibiría hasta 140 000 millones de euros, una cantidad mastodóntica que previsiblemente supondrá un antes y un después para inversiones clave en el país.
Así pues, según expertos, esta inyección monetaria en las venas de la economía española podría aumentar en 1,2 puntos el PIB del país. Esto, siempre que los fondos se gasten según las necesidades de los sectores más perjudicados o atrasados de nuestra economía.
Marco de prioridades
La Nueva Generación de la UE lleva impresas en sí las directrices para un nuevo futuro. En otras palabras, el NGEU no sólo tratará de arreglar las consecuencias de la pandemia, sino que también realizará inversiones a largo plazo en temas apremiantes para el futuro de la UE.
Así pues, hay cuatro prioridades específicas reconocidas de la UE en las que se centrará Next Generation EU:
1. El Pacto Verde Europeo
Para combatir la acción climática, la financiación de la UE de Próxima Generación introducirá la economía circular en edificios e infraestructuras, desarrollará proyectos de energías renovables, optimizará el transporte y la logística y reforzará el Fondo de Transición Justa.
En sustancia, este acuerdo contempla 5 objetivos principales: la neutralidad climática de aquí a 2050; la protección de todo tipo de vida mediante la reducción de la contaminación; lograr una transición energética progresiva, integradora y justa; desarrollar energías limpias que además sean asequibles y, por último, regenerar la agricultura y las áreas rurales.
2. Promover la transformación digital
La digitalización es uno de los ámbitos prioritarios de la Comisión Europea y uno de los grandes ejes del Plan de Recuperación. En España, por ejemplo, estas inversiones acompañarán a la Estrategia España Digital 2025 y el Plan de Digitalización de las Pymes 2021-2025
Este tipo de ayuda busca la modernización tecnológica, principalmente, de autónomos y pymes por medio de: mejorar la conectividad, impulsar el comercio electrónico, promover un uso responsable de los datos, etc. Su objetivo es mejorar las competencias digitales de los profesionales y la integración de nuestras herramientas tecnológicas.
3. La recuperación justa e inclusiva para todos
Next Generation EU proporcionará financiación para luchar contra el desempleo europeo centrándose en el desarrollo de las capacidades digitales de los ciudadanos de la UE para adaptarse mejor al nuevo panorama digital.
Para garantizar un proceso de transformación justo, el Parlamento Europeo ha aprobado un informe estratégico titulado “Una Europa social fuerte para transiciones justas”.
4. Al rescate de la juventud
A principios de julio del año pasado se puso en marcha un paquete de medidas de apoyo al empleo juvenil estructurado en torno a cuatro capítulos para ofrecer a la próxima generación un “puente hacia el empleo”. Se presentó la propuesta para sustituir la Recomendación de 2013.
Esta iniciativa se vincula con las necesidades de las empresas para proporcionar las competencias necesarias, en particular para las transiciones verde y digital. Amplía el rango de edad cubierto por la Garantía Juvenil de 24 a 29 años. Los fondos Next Generation EU también serán destinados a apoyar económicamente estas iniciativas, socorriendo a cientos de miles de jóvenes desempleados y que, a día de hoy, ven pocas alternativas reales para tener un futuro digno y estable.